Tu presencia ya sentida antes
hoy intervino en emociones
Tu mirada ya cautivada ayer
hoy intensó mi alma y mi ser.
¿Qué es esto que provocas?
¿Quién te dio el derecho?
Otras intenciones sofocas.
Y ya calmada encuentro
un placer inédito,
un inocente coqueteo.
De nuevo son las miradas
La tuya tan intensa,
tan llena de inocencia.
Meylen Hirasú G. M.
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