Un Otoño Más

Podría escribir sobre un otoño más que toqueteamos,

o describir el verano delicioso que esta vez viví

Podría orar con gran ternura, como suelo, mi sentir,

y tratar de inspirarte la alegría que guardas en silencio.

Esta tarde no lo deseo, ni en líneas lo pretendo

Esta tarde es un adiós a un capítulo más, sutil,

de una vida que es nuestra, que es para reír,

pero que también se disfruta en sollozos y enojos.

Somo emociones, euforia, adrenalina e intelecto,

y tenemos los años para crecer y experimentar

Somos aprendices de un deseo que lleva a amar.

Adiós a otro año, pero Hola a una nueva página

Llora y no te arrepientas; vuelve a reír con locura

Enfádate y ríe de la tontería por la que se frunció tu ceño.

Meylen Hirasú G. M. 

Ella

Ella buscaba el amor

desde que sus manos

creaban historias

con muñecas.

Ella anhelaba amar

desde que veía

a mamá hacerlo

con tanta intensidad.

Amar, ella soñaba

con plenitud,

y en un momento

lo creyó imposible.

Al rededor parece

absurdo

Es ilógico amar

entre tanto odio,

pero ella lo logró.

Ella soñaba con

un amor perfecto

De literatura,

de película

Creyó que era

una locura,

porque así

se lo decían.

Y ahora lo

palpa,

lo redacta

¡Sí!

Un amor

inigualable.

Ella es fantasía,

es fe, es locura

para el mundo

Para el suyo

esto es realidad.

Y ahora en

cada uno de

sus días

todo lo que

para la lógica es incorrecto,

para su alma es

vida.

Ella encontró el

amor que deseó

Está en esa mirada,

una mirada experta,

que le da lo que tanto

pidió.

Meylen Hirasú G. M.

Ganas

Tengo ganas de ti,
sí, muchas
Tengo ganas de observarte
en este día y el siguiente.

(Suspiro)

Tengo ganas de ti,
de tus ojos tiernos,
de tu mirada radiante,
de tus gestos juguetones.

¡Ay! Tengo ganas de ti,
y no como normalmente
se piensa,
sólo deseo siempre estés aquí.

Tengo ganas de ti
en la noche y por la mañana,
pues eres mi descanso
y mi estímulo.

Meylen Hirasú G. M,

Soñé

Soñé con alcanzar la luna,

imaginé amar sin dudas

Pensé en volar por el cielo,

y logré conquistar tu corazón.

¿Qué más puedo pedir?

¿Qué más deseo hoy?

Que sigamos juntos siempre,

que no me falte tu amor.

Concédemelo, amor

Te siento en mis manos,

te degusto en mis oídos

y te quiero siempre conmigo.

       

         Meylen Hirasú G. M.

El lado bueno, siempre

Si en la mañana, la nueva luz
nos da la esperanza,
que en la tarde, el descanso
nos conforte.

Si lejos del ruido, encontramos
la paz y la calma,
que cerca hallemos una
hora para despejar la mente.

Encontremos siempre bienestar,
no permitamos que nos dañen
Nosotros somos el control.

Hallemos refugio en tormenta,
pronto terminará de llover
Disfrutemos de a brisa.

Meylen Hirasú G. M.

Cuan Amante

Por fin encuentro la hora en que logro sentarme

y dedico un momento a mis letras

Al decidir este oficio aseguré que escribir

día y noche, sería mi actividad diaria.

Durante las otras actividades me veo

con tanto vocabulario para hacer versos

que expresen lo que pienso

Y ya sentada, sucede, que no recuerdo

ni uno.

Las letras son amantes celosos,

debes atenderles cuan marido,

como enfermo bajo tu cuidado.

¡Oh, preciosos verbos! Aquí estoy

A su merced para dibujar el lienzo

de mi tiempo,

y llenar de color mi rutina.

Meylen Hirasú G. M.

Nubes de la Mañana

Por el deseo de amar

te hallé en mi silencio,

y en el único misterio

pude hacerte de mi alma.

Las nubes de la mañana

son exquisito adorno

en nuestro amor,

son algodón de ternura.

Tus manos que hacen sonar

seis cuerdas en la noche,

es mi más útil elocuencia.

Tu boca que hace callar

tras sus tragos de licor,

es mi más rica cena.

Meylen Hirasú G. M.

Musa de mi inspiración

Ser hoja en el viento,

ser el viento en otoño
Ser canto en silencio
y acorde en sueño.

Ser motivo de sonrisa,
del mar una dulce brisa
Ser constante melodía
en una mente inquieta.

¡Ah! Pero ser de quien es
tu más dulce elocuencia,
su más grande musa

eso es bendición de vida,
sentido en la poesía:
Ser inspiración de su vida.

Meylen Hirasú G. M.

Pasarela De Modas

El abrigo por la fresca mañana,

cuando el sol apenas comienza

a dar calor con su aliento.

Al medio día,

cuando el sol ya ha dado

un tanto de su discurso,

se guarda el abrigo

para refrescarse.

En la calle es

el horno,

entras a algún lugar,

una casa, una tienda,

un edificio, un baño,

y el frío vuelve a abrazarte.

El cuerpo no tarda

en sentir infección,

y la boca expulsa

una escandalosa tos.

Así es el invierno,

bella estación,

una pasarela de modas.

Meylen Hirasú G. M. 

Nuestro Abrigo

El invierno es el pretexto

que el friolento aprovecha

para un abrazo encontrar

del cuerpo tan amado.

El invierno es un comienzo,

y refresca las cálidas almas

que aconsejan a suaves palmas

para escribir exquisitos versos.

¡Cuánto amo el invierno azul!

Mis días se disfrazan de Alaska,

mi piel se pinta de una nueva luz.

Y este invierno vuelve a ser perfecto,

nos sorprende juntos, todavía

Nuestro amor es abrigo en el frío.

Meylen Hirasú G. M.

¡Qué incrédulos!

Este es el escenario que percibimos todos los ahora presentes en este siglo

Conozco perfecto los panoramas que nos muestran en cada acto

Por supuesto que no hago omiso todo lo que veo, escucho y percibo,

no, no podría seguir viendo tanta violencia e ignorarla, no escucharla.

No soy ni me pongo traje de la tan contante, en este tiempo, ilusa

Estoy consciente, al caminar por este teatro de cada nueva escenografía

No cierro los ojos ante los representantes de esta actuación de su realidad,

pues es también la mía, la tuya, es nuestra realidad, nuestra vida.

¡Qué tontos creer que si actuamos otro guión escaparemos victoriosos!

Es valiosa la intención, es importante el esfuerzo, la fuerza y la lucha,

pero no es suficiente. El director es el Mundo, y ya tiene el drama.

¡Qué incrédulos para el Mundo, todos los que luchamos por la paz!

Habiendo tanta avaricia en sus diálogos, en su esencia, su rol

¡Qué incrédulos, Dios mío! Querer ser ángeles en este escenario de infierno.

Meylen Hirasú G. M.

Nuestra Gran Libertad

Y estamos aquí,

aún encerrados

en nuestro mundo

de amor.

Continuamos

navegando por

mar de ilusiones.

Es nuestra gran

libertad

volar sobre

nuestros sueños.

No concibo

mis días sin él,

y es que lo he

convertido

en mi inspiración.

Te amo, doctor

de mi alma

Tu provocas

en mí

paz y calma.

Meylen Hirasú G. M.

Mi Cita Favorita De Cada Año

Ya era la noche de la cita,

todo un año para esperarlos

Aunque no los vea igual,

es su misma esencia.

Muy guapos llegan mis invitados,

con traje de gala y perfumados

Preguntan si hay botella de tequila

y que tan sólo hay pulque, contesto.

¡Vaya, vaya! Hasta mi famoso

cantante, amor platónico,

ha llegado

Para él saco el whisky

El espíritu de mi tío

se acerca serio y le dice:

“Con permiso, pero esta es mi familia,

ve a ver qué te ha dejado la tuya”,

y le arrebata la botella.

El incienso les envuelve,

y los platillos los hipnotizan

Comen y degustan

mientras encantados observamos.

¡Qué bello es volver a verlos!

Santos difuntos comelones

Ya van de regreso a la luz

satisfechos de chalupas

y briagos de amor.

Así es la tradición de mi México,

una cita con los que ya se mudaron

a la eternidad,

y la esperamos con ansia y amor,

para volver a sentirlos,

verlos, con el corazón.

Meylen Hirasú G. M.

Mis Letras

Mis letras emergen de una dosis de sonrisas,

de un sorbo de conciencia

o de una pizca de cólera.

Mis letras están inmersas

en un océano de opiniones

que analizo, antes,

para no ofender a nadie.

Mis letras son mi vida,

don que le agradezco a Dios

Son lucero en este mundo

de caminos tan oscuros.

¡Ay, amados versos!

Escribo al amado

y a ti, mi poesía,

que tanto bien me hacen.

Meylen Hirasú G. M.