Y
estamos aquí,
aún
encerrados
en
nuestro mundo
de
amor.
Continuamos
navegando
por
mar
de ilusiones.
Es
nuestra gran
libertad
volar
sobre
nuestros
sueños.
No
concibo
mis
días sin él,
y
es que lo he
convertido
en
mi inspiración.
Te
amo, doctor
de
mi alma
Tu
provocas
en
mí
paz
y calma.
Meylen Hirasú G. M.
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