Carlomagno al Papa Francisco

El papa Francisco aceptó el premio Carlomagno 2015, de "manera excepcional" ya que normalmente no lo hace, "como gesto para que Europa trabaje por la paz".

El Premio Carlomagno es otorgado desde 1950 por la Aquisgrán, Alemania, a la aportación que logre ser más valiosa para la comprensión y el desarrollo de la comunidad en Europa Occidental y, en especial, por servicios a la humanidad y a la paz mundial. Esta aportación se extiende en lo campos de la literatura como en el de la ciencia, economía o política.

Así, el alcalde de Aquisgrán, Marcel PHilipp, sostuvo la fotografía del Papa Francisco en el ayuntamiento de esta ciudad alemana, hoy miércoles, 23 de diciembre de 2015. Si bien el Papa Francisco aceptó el premio Carlomagno 2015, de "manera excepcional" ya que normalmente no lo hace, y si esta vez accedió es "como gesto para que Europa trabaje por la paz". (EFE/FEDERICO GAMBARINI)

Meylen Hirasú G. M.



Tinta de un solo poeta

No puedo interpretar el mismo papel de siempre

Ahora es real, es inmenso, capaz y ortodoxo

Soy el acorde, el rasgueo de una sola melodía.

Tus manos dibujaron, moldearon en el aire

Sus manos palpitan, recrean y hacen mi ser

Es lo que busqué, lo que quise, lo que amo.

Un bajo logró fortalecer mi esperado coro

Tu guitarra conquistó, elevó, pero soy ella

Su tono de voz barítono, me complementa.

Y cantamos y danzamos y escuchamos

cada pieza, cada paso, cada acorde

Es nuestra obra teatral hecha a la medida.

Una actuación natural que ambos buscábamos

Ayer y aún hoy, soy un motivo para tus letras

De él he sido siempre el motivo para vivir.

Tus letras encontrarán bailarina de reemplazo

Su vida no hallará otro oxígeno limpio,

que le deje respirar y lo motive a inhalar.

Soy la tinta de un solo poeta, él lo es

Fui la cuerda de tu guitarra,

que pronto puede ser reemplazada..

Meylen Hirasú G. M. 

Amante de curvas y cuerdas

Descubrir una guitarra implica encontrar una nueva forma de vivir, de sentir, de experimentar...

...conlleva esperar en el deseo el momento en que por fin se pueda disfrutar de ella para escapar del mundo en seis cuerdas y tres acordes.

La guitarra, te invita a degustar la soledad, a descubrir las benditas consecuencias de su compañía.





Es un misterio conmovedor y alucinante. Cualquiera reconoce una guitarra pero sólo los que nos hemos dejado cautivar, sabemos qué significa.





Es un vicio que enriquece, que da vida. Es embriagarse de plenitud en cada nota, cada partitura, cada requinto.

Es luz en el camino. Sus curvas dan forma a tu paisaje. Al otoño lo vuelve primavera y al invierno, verano. Es el reflejo de lo que quizá estés necesitando. 

Así como narrar y recitar una poesía, tocar la guitarra es comunicar con un nuevo lenguaje en cada melodía. Cada acorde, cada rasgueo, te invita a componer un nuevo mundo.

Interactuar, relacionarte con ella, es convertirte en un nuevo individuo. Un personaje que sorprende, que innova e impulsa. Esto es pasión y amor a la guitarra, a la música. Una transformación personal que vale la pena alcanzar.

Meylen Hirasú G. M.