Ideologías Erróneas

La sociedad ha mentido,
nos ha perturbado
e incluso impuesto miedo.

Casarse es más que un compromiso
No es sólo un deber
Es la libertad del amor mismo
para que vuele en cielo
de la persona que te conquista.

Ideologías erróneas nos
invaden
Casarse no es esclavitud
Es más un océano inmenso
en el que se puede aprender.

Egoísta es creer que más vale
estar solo
Valentía, emprender esa misión
de entregar tu vida y tu razón
a la persona que elegiste
como cómplice.

Que no perturben las
nuevas generaciones
El matrimonio es una dicha
Un lienzo para crear
y expresar la sensibilidad
de dos vidas.

Ideologías erróneas
que se guarden
No ha todos les conviene lo mismo
Yo sólo expreso mi experiencia
para romper la muralla
de los miedos.

Poetas

Poetas,
se hallaron en el verso de su ayer.

Poetas,
buscándose en cada verso ajeno.

Poetas,
que al fin nos encontramos
     y amamos.

No te alejes, ¡oh, amor!,
aquí estoy.

Soy tu poetisa.

Poetisa de tu corazón,
poeta de mi mente
Poeta que escribí,
creé y ahora amo.

Poetas,
se hallaron en el verso de su ayer.

Poetas,
buscándose en cada verso ajeno.

Poetas,
que al fin nos encontramos
     y amamos.

Hermosa piedra de jade,
aquí estoy.

Soy tu poeta.

Poetisa de tu corazón,
poeta de mi mente
Poeta que escribí,
creé y ahora amo.

Poetas,
se aman en un mundo de pasión.

Poetas,
buscándose en cada verso de amor.

Poetas,
que al fin nos encontramos
  y amamos.

Soy tu Poeta  Soy tu poetisa

No te alejes, ¡oh, amor!
Aquí estoy.

Soy tu poeta
Soy tu poetisa.

Meylen Hirasú G. M.

En colaboración con Benjamín Rivas. 

Carnívoro de amor

Los cadaveres inmunes
al afecto del león
sin más luz actuaron,
impulsados sin razones.

Los restos de lo dulce,
lo agrío se quedó
Hay más y más lodo
en los dientes del que muerde.

Pobre, pobre soledad
llena de tanta gente
sin visiones ni entidad.

Pobre e ilusa la mente
que crea dignidad
en el daño de lo siempre.

A Tus Manos

Si mis versos están seguros
no tengo porque desconfiar
Mis mansos, contigo, han de sembrar
y construir, de nuestra vida, sus muros.

Evitaremos que entre el miedo
Ya tus versos, a mi alma, hacen vibrar
A tus manos mis proyectos se entregan
y el por qué, sólo lo entiende el cielo.

Animas mis días grises,
alumbras mis noches
y mis sueños en derroche.

Eres el dulce néctar de leche,
la ilusión de mis horas tristes
Colocas en mi lago tus ilusiones.

Meylen Hirasú G. M. 

Paraíso Impalpable

Par de poetas,
par de locos
Un solo invierno
que crea letras.

Paraíso impalpable
para los que no creen.

Eres delicia y afán
de mi mundo
Eres amor y
sazón de mi ser.

Amigo de Cabello Liso

La vereda que separa nuestros tiempos
se cayó ante la fuerza de apreciarte
Tú un saludo necesitaste
y yo con alegría te  di mi cielo.

No lo hice con intención maligna,
sólo para alegrarte cada mañana
Resultó que me exigiste tal saludo
y ahora no puedo seguir sin él, mi día.

Qué dicha la de palparte a traves de la vereda
Qué emoción la de esccribirte en armonía,
ojalá te llene, te complazca y te llene de vida.

Oh amigo, de nombre Juan, de cabello liso,
déjame continuar en tu vida, en tu ritmo
Déjame ser sustento en tu soledad, alivio en tu silencio.

Meylen Hirasú G. M.

Poetas malditos, ¡malditos poetas!

Existen poetas que lastiman a la poetisa
No es porque la hieran adrede,
sino porque ellos mismo se perturban,
y enamoran a la poetisa
que termina viviendo el dolor de sus poetas.

No es masoquismo,
es vida para ella
Entregar su pureza
a las almas corruptas
para devolverles alegría.

Existen poetas que enaltecen
la vocación de la poetisa
Son melancólicos y destilan
la miel del panal poético.

Existen poetas que dialogan con ella
Que le confiesan cuántos
demonios hay en su infierno,
y a la poetisa, la vuelven luz
de sus tinieblas.

Otros poetas no lograron
esa pequeña dicha
Quedaron atrapados
en sus tinieblas.

Otros cuantos, solo
hicieron de su infierno
bella experiencia
por algunos segundos.

Poetas malditos
¡Malditos poetas!
Logran cautivar la esencia
de esta humilde poetisa!

Meylen Hirasú G. M.

Fuiste, Eres y Serás

Soñé con este instante que regalaste
Donde nos confiábamos y abríamos
la caja de tesoros que escondíamos.

Soñé con esas sonrisas,
ese nerviosismo
en el que debía comportarme
para no terminar besándote.

Fue la dicha de mi día
Fue el culmen de mis versos
Fue el auge de mi
romanticismo.

Fuiste, eres y serás
el poeta que he aprendido
a valorar
A amar sin aprisionar,
a comprender sin
cuestionar.

Mis Manos Frías

Ante tu helada ausencia

el frío recompensó tu voz
Extrañaba el sabor de tu boca
y la mañana fue un don.

¡Extrañé la sonrisa de tus nervios!
La melodía de tu esperanza
Y me diste el brillo de tu mirada
en el vals de tu congelado son.

La noche ya no fue cómplice,
el sol se alió al secreto
y escuché lo que quise.

¡Tomaste mis manos frías!
Mi suspiro arrebataste
y tus deseos me confías.