miércoles, 22 de noviembre de 2017

No sabemos mentir

Ser músico es culmen
de un motivo vivo
Beber notas de un sorbo
sumergidos  en un vaivén.

El músico ya tiene
alegria y refugio
Sensible hasta el oído
y acordes que los llenen.

Ser músico es vivir
de los sonidos del alma
¡No sabemos mentir!

Nuestra música aclama
del corazón su sentir
Así es nuestra esencia.

-Feliz día, músicos-

viernes, 17 de noviembre de 2017

Lector

Intruso que otorga
vida a mis letras
Sorbo dulce que
no había bebido,

dame el claro vestigio
que causé en tus adentros 
al llegar a tu vida. 

Te hablaré desde ahora,
virtuoso que atiendes
mi melosa poesía. 

Intruso, te digo
Esperaste en la puerta
y en cuanto te abrí 
conquistaste mi sonrisa. 

Lector que has logrado
darle vida a mis perdonajes
Inspiras ahora
los versos que escribo


domingo, 6 de agosto de 2017

Amor en manos divinas




Y si aún nos falta un tramo más,
lo esperaré con la paciencia que mi
corazón tiene ante la confianza
de éste, nuestro inagotable amor.

No hay duda que te amo
Dios me enseñó a amar
Dar la vida sin importar la maldad
Y en ti,
en ti encuentro más belleza que fatiga.

Eres el hombre con el quiero escribir siempre,
por el que quiero vivir
Mostrarte cuán real es el amor
y qué equilibrio tiene el nuestro.

Bendigo a Dios por permitirnos 
amar con tal recelo
Un sentimiento que forjamos en sus manos
y que ni los kilómetros han destruido.

Son tus ojos la armonía
de la pintura que hacemos
Es mi amor tan innenso,
el que lucha cada día.

Y es tan propio de tu esencia
darlo todo por quien amas
Te inventé en un cuento de hadas
en la infancia, y Dios,
para mí, ya te guardaba.

¡Ay amado, amado de mi alma!
Permite entonar mi sinfonía 
Hostigarte nunca quiero
Que me ames siempre, lo deseo.

viernes, 4 de agosto de 2017

¡Qué es lo que digo!

¿Qué me has hecho?
Tan indefenso te creí,
y ahora veme
en esta tormenta pensando en ti.

¿Qué usaste
para inspirarme?
Tan lejano te vi,
y ahora te siento tan para mí.

Pero, ¿qué es lo
que digo?
Ya no reaccionó
Ojalá sólo sea
la rima, el pretexto.

¿Quién eres pequeño?
Te has atrevido
a quitarle
a esta poetisa
el sueño.

Dedos traicioneros
Es más mi cansancio
Dedos que confiesan
la osadía del sentimiento.

Pero, ¿qué es lo que digo?
Ilusión o deseo.

Curarte el alma,
amigo, eso quiero
Dios me ilumine.

Meylen Hirasú G. M.

miércoles, 29 de marzo de 2017

Batalla de un alma pura

Hay días en que ella siente que el escenario del mundo cae sobre su espalda. Que el peso de la irreverencia de una sociedad cerrada la consume, y ella con nauseas, la devora. Lastima, por ende, sus rodillas, su inocencia, su ánimo y confianza. Se lastima a carne viva. Dejarse al descubierto es muy peligroso. Pero tiene el vestuario, la armadura, la capa que  le da fuerza y le protege de tanta angustia, gritos y egoísmo, su fe. Con este traje puede enfrentar las batallas que en cada sol se presentan o, a veces, que se imponen. 
Ella lucha con sigilo, esperanza. Tiene la ilusión de no ser vano cada instante. Sus estrategias varían. A veces una sonrisa que saca de su corazón para protegerse del enemigo. Deslumbrante sonrisa al sol. Con ella ciega al enemigo, le corta la cabeza con la que la tienta. Suele funcionar, pero el enemigo la estudia, la razona y, a veces, logra esquivarla. Ella no se rinde. Respira profundo y busca entre sus armas. Encuentra entonces el silencio. Con una lágrima limpia sus heridas, mira hacia al cielo y en silencio ataca a su contrario. 
"¿Qué es lo que hace?", se pregunta el enemigo. "¿Por qué calla y desvía su atención? Sigo aquí, ¡debe mirarme!. 
Iluso y confundido cae. Ella ha logrado derrotarlo. Pero sabe que vuelve, siempre vuelve astuto, dispuesto a volver a provocarla, a tentarla.
Esta es la princesa que lucha por no dejar de ser fiel, servidora de Dios. 
Meylen Hirasú G. M.

martes, 21 de marzo de 2017

Campo de letras

No hacer poesía
en su día,
es ignorar el
sol de primavera.

La estación que canta,
inicia al recitar
con sus flores
y variados racimos.

La naturaleza danza
al compás de alas,
que vuelan sin cesar
al ritmo de poesía.

Un poema se escribe,
cada verso desde el cielo
Es de la mano divina
que entinta con un soplo.

Meylen Hirasú G. M.

miércoles, 8 de marzo de 2017

Qué es ser mujer

Ser mujer es la dicha de la alegría, la locura, la coherencia, la tristeza
Ser mujer es ser valiente para cuidar el corazón del varón al que se ama;
ser constante para conquistar el mundo de aquel del que se espera su compañía
Pero ser mujer, también implica adornar la soledad de descubrimientos,
fortaleza, ofrendas a Dios y mucha oración.

La mujer no conoce la soledad. Ella está consigo siempre
Como mujer, Dios nos ha dado una rebelde y una centrada
Una tierna y otra capaz de decir "no" cuando se espera un "sí".

Somos desobedientes, pero también somos capaces
de pedir perdón y luchar por no volver a fallar
Somos fuerza y fragilidad en los varones
Somos el sustento, el impulso, el ánimo
y la prudencia en los hijos, la sociedad
y el ámbito que nos rodee.

Somos bellas, arregladas y acabadas de despertar
Cantamos sentimientos que motivan  y, aveces,
que provocan un un tanto de miedo.

Somos la creación exhausta del Creador, del Padre
Somos desobediencia y disciplina
La sensibilidad en el mundo y en  las almas
Ser mujer es un regalo divino y no un castigo mundano.

Pero ¡ojo!
Ser mujer es distinto a ser solo feminista
Pues ser mujer es luchar por todo el hermano,
el amigo, el compañero, el sujeto que esté a lado.

Mujer no es defender solo un género humano,
es combatir por la humanidad, la naturaleza,
todo ser viviente.

Ser mujer, ¡vaya que es de valientes!
Es dar un paso más, arrastrando el miedo,
y dejarlo al dar el segundo
Ser mujer, no implica sólo dolor
o sufrir toda la vida,
es ser sonrisa, lágrima, euforia,
enojo, sonrojo, luz, sombra, calor, frío
Somos lo que al varón y a su mundo
le hacía falta
Por eso Dios nos dispuso de su costilla
Somos hormonas y sentimiento.

¡Feliz día, Mujer! ¡Dios te ama!
Meylen Hirasú G. M.


Ausencia

  Mis palabras se mudaron o tomaron, quizás, vacaciones Las notas de todas las canciones sin razón ni excusa desafinaron. Mi voz y respiraci...