vida a mis letras
Sorbo dulce que
no había bebido,
dame el claro vestigio
que causé en tus adentros
al llegar a tu vida.
Te hablaré desde ahora,
virtuoso que atiendes
mi melosa poesía.
Intruso, te digo
Esperaste en la puerta
y en cuanto te abrí
conquistaste mi sonrisa.
Lector que has logrado
darle vida a mis perdonajes
Inspiras ahora
los versos que escribo
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