lunes, 4 de octubre de 2021

Padre y Ángel

 


Y seguro en estos días,
los más fríos, ahora tristes,
tus hijas y amada te añoran.

Y no me atrevo a acercarme
a tu jardín doliente,
pues a simple vista
se ve desahuciado.

Esa rosa y esos tulipanes
parecen marchitarse
Siempre indefensos
a la tormenta y el sol.

Sigue siendo su caricia
en horas de brisa
A la mañana, cuando 
con valentía,
vuelven a su rutina.

Sigue siendo su ángel, su padre,
su amor, su eterno amigo.

Meylen Hirasú G. M. 

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