Ya era la noche de la cita,
todo
un año para esperarlos
Aunque
no los vea igual,
es
su misma esencia.
Muy
guapos llegan mis invitados,
con
traje de gala y perfumados
Preguntan
si hay botella de tequila
y
que tan sólo hay pulque, contesto.
¡Vaya,
vaya! Hasta mi famoso
cantante,
amor platónico,
ha
llegado
Para
él saco el whisky
El
espíritu de mi tío
se
acerca serio y le dice:
“Con
permiso, pero esta es mi familia,
ve
a ver qué te ha dejado la tuya”,
y
le arrebata la botella.
El
incienso les envuelve,
y
los platillos los hipnotizan
Comen
y degustan
mientras
encantados observamos.
¡Qué
bello es volver a verlos!
Santos
difuntos comelones
Ya
van de regreso a la luz
satisfechos
de chalupas
y
briagos de amor.
Así
es la tradición de mi México,
una
cita con los que ya se mudaron
a
la eternidad,
y
la esperamos con ansia y amor,
para
volver a sentirlos,
verlos,
con el corazón.
Meylen Hirasú G. M.
