¡Qué sencillo lavarse las manos!
Todos estamos propensos a hacer el mal,
y qué fácil es lavarse las manos.
Si no lo conoces, si solo opinas
por una realidad constante llena
como ha sido desde el inicio,
y tú no sanas tus temores,
y no te refugias en su Misericordia
no opines justificando todo el mal
en el mundo por culpa de Dios.
Él vino por amor y el mundo lo mató
Por amor venció la muerte
Si no eres capaz de escuchar
de abrir tu corazón a su promesa
no lo ofendas, porque no lo conoces
Y quienes amamos a nuestro a Dios
con todo el corazón, toda el alma
nos hiere percatar que aun,
seguimos ciegos, sordos, vacíos.
No opines solo por lavarte las manos
en tu silencio, en tu miedo
No en los gritos ni espectáculos
No lo insultes si no lo conoces
Y si no deseas escucharlo,
ayuda al mundo, no lo enrabies más.
Febrero 17, 2020.
PoetMey
(ilustración Alejandrina Pérez Ángeles)