Y la ausencia de tus segundos que conquistaban a los mío se presenta tan simple como siempre. Se presenta como si no pasara nada. La ignoro, no me importa su amenazante burla, pero me hiere.
El carácter de tu esencia se desvanece dibujando mis curvas. La dicha de tu presencia se escabulle de entre mis dedos. Nuestra historia queda inconclusa, y aun me pregunto si es "nuestra" o solo "La historia".
Quedan versos inconscientes y sonoros que jamás se olvidaran, pero quedan ahí, en un inconsciente que, incluso, no se le ha dado vida. Un inconsciente confuso que parece ilusión un miércoles y se convierte en un sueño, en una fantasía estúpida el jueves. Queda una hipótesis sin concluir, una tesis intencionada y solo eso. Y no paramos de consumir el tiempo, de beber a tragos insípidos momentos tan valiosos en que volvemos a estar en una misma atmósfera. Somos tan niños aun en el teatro del amor.
Meylen Hirasú G. M.
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