domingo, 14 de junio de 2020

Un Mundo Mejor (cuento)


Estamos hace meses encerrados en esta clínica. La mía es la R56. Es una de las treinta que hay en mi estado. Todo es muy desesperante. Pensamos que al encontrar la vacuna del virus que acabó con gran parte de la humanidad, todo volvería a la normalidad.

Muchos tuvimos crisis. Fueron diez meses los que nos pidieron estar encerrados en nuestras casas. Por no hacer caso ahora estamos encerrados lejos de nuestros hogares. Hace tres meses que no veo a mi familia, no sé de algún amigo, nadie. Aquí comemos por horarios en grupos de cinco personas. Yo como con Laurel, Ramón, Sandra y Uriel. Ellos tampoco han visto a nadie de los suyos.

Cuando recién inició la llamada cuarentena en los primeros países, permanecimos mes y medio, quizá dos, encerrados. Pero después fuimos desobedientes a nuestras autoridades. Por supuesto que los países de tercer mundo no íbamos a poder estar encerrados por meses, como los de primera. Necesitábamos trabajar para tener ingresos. Pero aún así no se tomaron las medidas correspondientes.

Nuestros gobernadores, no todos, pero sí los hubo, fueron irresponsables e ignorantes en cuanto a las medidas para enfrentar este virus. Nuestras clínicas estaban repletas de pacientes con el Virus, y la mayoría de las personas que se nos fueron, fue a causa de esta enfermedad. Una epidemia letal. De un día para otro a nuestros seres queridos nos los entregaban en cenizas. Ya no nos despedíamos de ellos. Era más doloroso.

Fue un año muy duro para la humanidad, pero para el resto de la naturaleza fue un año glorioso. Los animales volvieron a disfrutar de su hábitat. El mundo respiró, la contaminación disminuyó. Solo un par de meses bastó para que el mundo regresara a la vida.

Se halló la vacuna al fin, pero los sabios recomendaron a los líderes encerrarnos a todos en clínicas. Nos hacen pruebas, somos experimentos para sanar a los animales, para recuperar las especies en extinción. Y nosotros encerrados en todo el mundo, el mundo sigue respirando.

El cáncer disminuyó, las gripes. No ha habido ningún virus nuevo. Creo que encerrados estamos mejor. El mundo necesitaba respirar, vivir, y nosotros con nuestra soberbia lo teníamos muy enfermo.

Este es el nuevo mundo. Un mundo bello, y no podemos disfrutarlo. Ahora somos la humanidad los que estamos encerrados, cautivos. Sin la libertad de disfrutar a la naturaleza, pero es ésta misma la que ahora es libre. 

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