¿Qué esperas?
¿Qué quieres
de mí?
¡Intruso,
demonio !
Sacias tu sed
de mi alma.
Ególatra,
ambicioso
Quieres
apoderarte
de todo.
¡Para!
Para de
consumirme,
de beber mi
dicha
¡Me
pertenece!
Espera...
¿Acaso te
pertenezco?
¡Suéltame!
Tú tuviste la
oportunidad
y tu maldito
orgullo
no lo supo
valorar.
Meylen Hirasú G. M.
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