Es estrecha la
vereda en la que se nos indica caminar
Es
iluso el destino que nos describen del final
Es
absurdo el miedo con el que iniciamos siempre.
Las
puertas se hacen de roble del esmero
con
el que insistimos seguir
Las
ventanas son del cristal de la pureza
con
la que conservamos nuestro andar.
Nos
acostumbramos a los senderos oscuros
Nos
han hecho creer que por ellos
llegaremos
más rápido y sin ajetreo
Nos
engañan para que pisemos sus huellas
y
no dejemos las propias.
Por
desgracia muchos caen en ese agujero
de
vana conformidad
Conformarnos
deberíamos, con las metas
más
descabelladas que nos ponemos en la soledad.
Y
no siempre es fácil el transcurso
Circunstancias
siempre nos lastiman
Pero
el objetivo debe ser estático,
consciente
de que lo anhelamos.
No
piense en dinero, mi buen lector
No
piense en riquezas mundanas y pasajeras
Sea
cual sea su creencia,
piense
siempre en su mente y alma, en paz.
Satisfaga
sus sueños de héroe
Villanos
hay miles, por doquier
Ayude
a otro a caminar por caminos seguros
y
no hiera al proseguir sus pasos por la vida.
Meylen
Hirasú G. M.
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