Confiesas en juegos mentales donde yo debo acertar y entender tu tan oculto sentir
Y, aunque ya no debes, aun sigues cautivando mi tan melosa alma.
Tu capricho de volverme loca me ha llevado indebidamente a desear tu boca
Me moldeas infiel a un promesa, a un sentimiento infinito
Haces impetuoso mi amor
¿Qué esperas? ¡Dilo en palabras!
No puedo seguirte amando más, ya no más
Pero no quiero dejar de hacerlo
¿Cómo me detengo? ¿Debo detenerme?
Quiero tu boca,
aunque sea un instante
Aunque sea a escondidas.
Meylen G.
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