La lente que
captura lo valioso en mi vida se guarda en la memoria de mi alma
Los
prototipos de un amor perfecto cayeron como meteoros en tierra de ilusión
Quedó
flotando en vida, aún, mi esperanza, la que mi infancia creó
Y apareciste
tú, astronauta que conquistó mi mundo y mis versos melosos.
Llegaste con
bandera de victoria, decidido a vivir la historia de mis dedos
Tardaste en
quitarte el casco de la cabeza, tenías miedo del oxígeno que te ofrecía
Temeroso de
que mi ozono te destruyera, los primeros pasos fueron sigilosos.
La misión
ahora me correspondía, conquistar tu mundo, encontrarlo como Atlántida
Todo acto, en
cada nuevo sol, parecía ficción. Miedo daba no lograr mi prometido
Y nunca lo
hice por orgullo, el plan es hacerte feliz y motivarte a seguir tu camino
Dios nos
otorgó el mismo destino, y lo bendigo por eso, lo alabo en cada segundo.
Eres la dicha
de estas letras que se detiene si no hay buen clima o buena armonía
Estímulo
natural en una caja de mentira que guarda hipocresía por miedos y cobardías
La vida de un
alma entregada, llena de vida y Espíritu Divino, que se complace en amarte.
Meylen Hirasú G. M.
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